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El metaespejo

A veces, la perspectiva que tenemos de una situación nos limita a la hora de resolverla satisfactoriamente. El metaespejo es un ejercicio que desarrollo Robert Dilts con el propósito de aunar cierto número de perspectivas o posiciones de la percepción.

En la base del metaespejo radica la idea de que las situaciones a los que nos enfrentamos son más un reflejo nuestro y de como nos relacionamos con nosotros mismos, que sobre la otra persona. Es una manera de dar un paso atrás y observar la situación a la que nos enfrentamos desde una nueva luz.

El metaespejo puede ayudar a revisar gran cantidad de situaciones en las que te puedes encontrar:

  • Una conversación difícil.
  • Un reto en el trabajo.
  • Una reunión.
  • Una negociación.

Para realizar el ejercicio del metaespejo, lo primero que hay que hacer es buscar esa situación que quisiéramos explorar. Posteriormente destina cuatro espacios en el suelo de la habitación donde te encuentres. Estos lugares los puedes marcar con un folio, un post it… Tendrás que numerar estas marcas del 1 al 4.

Es muy importante que a lo largo del ejercicio y cuando te muevas de un lugar a otro, “rompas el estado” en el que te encuentres, es decir, sacúdete un poco o cuenta los objetos de un determinado color que hay en esa habitación (por ejemplo).

1º Ponte de pie sobre la primera posición (o marca con el número 1), o lo que es lo mismo, tu punto de vista propio. Imaginando que observas a la otra persona en la segunda posición (marca con el número 2) pregúntate ¿Que siento y pienso al observar a esta persona?

2º Ahora, sacúdete ese estado y colócate encima del papel que delimita la segunda posición. Imagina que esa otra persona te devuelve la mirada y te observa. Como si fueras esta persona pregúntate ¿Que siento y pienso al observar a esta persona? (En este caso a ti)

3º Sacúdete de nuevo y pasa a la tercera posición (marca con el número 3). Esta será la del observador independiente que observa la relación entre tú y la otra persona de manera independiente y objetiva. Mientras te observas a ti mismo envuelto en la relación pregúntate ¿Cómo reaccionas a ese tú que ves ahí?

4º Sacúdete de nuevo y ponte de pie en un lugar más alejado que llamaremos la cuarta posición (marca con el número 4). Compara tus reflexiones y sensaciones de la primera y la tercera posición. Trata de invertirlas, es decir, si en la primera te sentiste nervioso y en la tercera triste invierte estas sensaciones según la posición.

5º Vuelve a la segunda posición y pregúntate: ¿Ha cambiado la situación? ¿Que ha cambiado? ¿Cómo ha cambiado?

6º Termina el ejercicio volviendo a la primera posición y repite estas preguntas ¿Ha cambiado la situación? ¿Que ha cambiado? ¿Cómo?

Probablemente las sensaciones que tenías la primera vez que te situaste en la primera posición son diferentes de las que tienes la última vez que te sitúes encima de ésta. Con este ejercicio, podremos ponderar mejor las situaciones desde distintos puntos de vista.

Si te ha gustado este artículo, puedes leer más sobre el metaespejo en el libro PNL para Dummies, de la autora Romilla Ready, de donde hemos extractado parte del mismo.

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