Las metáforas son enriquecedoras porque dan vida a la comunicación. Cuando un cliente de coaching toma conciencia de las metáforas que rigen su vida, descubre la naturaleza de sus procesos mentales. Comprender el significado único que le damos a una propia metáfora compleja nos puede ayudar a resolver situaciones cotidianas que en principio nos bloquean.

En una conversación de coaching es muy útil emplear metáforas cuando existe oposición o conflicto, pues no es posible argumentar sobre ellas. Una metáfora respeta el poder del inconsciente, ya que le permite sacar sus propias conclusiones. Es como un rompecabezas: la mente inconsciente se afana por interpretarla o construirla hasta que llega a una solución que encaja. Pensar con metáforas puede generar numerosas y nuevas ideas que pueden beneficiarnos en la práctica.

Un ejercicio muy interesante para poner en práctica el poder de la metáfora puede ser el siguiente:

– Si tuvieses que DIBUJAR una metáfora que te describa ¿que dibujarías?…

Probablemente, mientras has leído la frase anterior es probable que una imagen determinada haya aparecido en tu mente. Las preguntas que te hago ahora son:

¿Que representa esta imagen para ti?

¿Cuales son sus puntos fuertes? ¿Y sus puntos débiles?

¿Cómo consigues unir esta imagen con tu objetivo más importante?

Como coach es muy interesante trabajar con el cliente diversas situaciones con metáforas. La habilidad del coach consistirá en influir lo menos posible en la construcción de esta y que sea el cliente el que vaya construyendo todos los elementos de la metáfora y las relaciones entre estos.

El final que el coachee le de a la historia, y su interpretación en la práctica puede abrir nuevas posibilidades a situaciones que en principio se creían un bloqueo.

Si quieres profundizar sobre el tema, el libro de Sue Knight La PNL en el trabajo, tiene un apartado muy interesante sobre la metáfora, del que está extractado parte de este artículo.