Hoy os hacemos llegar las reflexiones de Sonia Quintanilla, alumna on-line de Coaching Profesional, en la que nos índica lo sabio que es romper nuestros límites y salir de la zona de confort.
¿Dónde está el límite?
- Sabemos que hay cosas buenas porque sabemos reconocer otras como malas.
- Sabemos que hay cosas bonitas porque sabemos interpretar otras como feas.
- Sabemos cuándo somos felices porque también podríamos hablar de momentos desdichados.
- Sabemos cuándo estamos satisfechos porque también conocemos momentos y situaciones en los que nos sentimos insatisfechos.
Pero, ¿qué hay del límite?. A veces afirmamos hasta incluso con rotundidad que “todo tiene un límite”. Pero por la misma razón deberíamos reconocer la existencia de lo ilimitado. Sin embargo, ¿qué sabemos acerca de nuestro potencial, de nuestra ilimitada capacidad de acometer grandes hazañas en nuestra vida?. ¿Qué sabemos de lo que seríamos capaces de hacer si realmente nos propusiéramos hacerlo?.
Somos expertos en pensar que estamos limitados, que no podemos hacer esto, aquello o lo de más allá, que llegamos hasta aquí. Pero ¿dónde es aquí?. ¿Sabríamos decir exactamente dónde está ese aquí?.
Asociamos inconscientemente cada acción con su limitación y no la dejamos fluir por otro camino que no esté previamente trazado dentro de esta Zona de Confort que hemos diseñado para nosotros y en la nos sentimos seguros, ¡hasta de nuestraslimitaciones!. No nos damos cuenta de que esa Zona de Confort acaba siendo nuestra prisión, la que pone los barrotes a nuestra enorme creatividad y la que encierra parte de nuestro arsenal de recursos, limitando nuestra ilimitada capacidad e impidiendo que nos completemos como personas.
Pero lo cierto es que cuando nos damos una oportunidad y tomamos la decisión de doblegar alguno de estos barrotes, la creatividad y los recursos son los primeros en escapar, ansiosos de libertad y de nuevas experiencias. Y el efecto es inmediato, rápidamente nos sentimos un poco más equilibrados, un poco más plenos, un poco más satisfechos. En ese momento nos cargamos de una tensión nueva que nos hace anhelar una Zona de Confort diferente y en la que haya más espacio, porque ahora contamos con más equipaje. Hemos aumentado nuestros límites, ahora utilizamos nuestra creatividad, disponemos de más recursos y hemos dejado que nuestra ilimitada capacidad aflore. En esto consiste el CAMBIO.
¿Dónde está tu límite? ¿Cuál es tu prisión? ¿Qué barrotes son los que impiden que afloren tus innumerables recursos y tu ilimitada capacidad?