El juicio siempre vive en la persona que lo formula. Cuando decimos por ejemplo “Rosa es guapa” y “Rosa tiene el pelo rubio” ¿Podríamos decir que la belleza es algo que pertenece a Rosa de la misma forma que le pertenece el pelo rubio?
El juicio siempre vive en la persona que lo formula. Cuando decimos por ejemplo “Rosa es guapa” y “Rosa tiene el pelo rubio” ¿Podríamos decir que la belleza es algo que pertenece a Rosa de la misma forma que le pertenece el pelo rubio?
Los juicios son declaraciones, pero no toda declaración es necesariamente un juicio. Muchas declaraciones son formuladas en función a la autoridad que nos conferimos a nosotros mismos. Cuando hacemos una declaración nos comprometemos a su validez. Esto significa que sostenemos tener la autoridad para hacer esa declaración, sea ésta válida o inválida.
Los juicios son un tipo particular de declaración, su eficacia social reside en la autoridad que tengamos para hacerlos. La gente sin embargo está continuamente emitiendo juicios.
Los juicios no son solamente válidos o inválidos, dependiendo de la autoridad otorgada a la persona que los hace; también son “fundados” e “infundados” de acuerdo a la forma en que se relacionan con una determinada tradición.
Cuando emitimos un juicio, estamos en el presente emitiendo un veredicto acerca de la persona o situación enjuiciada. Este presente hará de línea de demarcación.
Cuando emitimos un juicio estamos también haciendo una referencia al pasado ya que debemos haber observado esa misma situación o persona anteriormente para afirmarlo.
Cuando emitimos un juicio estamos implicando que, sobre la base de acciones observadas en el pasado se pueden esperar ciertas acciones en el futuro.
El aprendizaje nos permite realizar, sin embargo, acciones que no podíamos efectuar en el pasado. Debido a nuestra capacidad de aprendizaje alguien que en el pasado era, por ejemplo, “muy mal estudiante”, puede convertirse en uno muy efectivo en el futuro.
Nuestra capacidad de aprender nos permite por lo tanto desafiar aquellos juicios acerca de nosotros mismos y revisar los juicios sobre los demás, dado que aprendemos del pasado y podemos modificar nuestro comportamiento.